Por: Magda Cristina Montaño, Asesora para la habilitación catastral del AMB

El Área Metropolitana de Bucaramanga, fue reconocida como gestor catastral metropolitano. El más óptimo instrumento de una real integración metropolitana y efectiva herramienta para fortalecer los territorios municipales que la conforman.

El AMB fue habilitado como gestor catastral mediante la Resolución No. 1267 del 10 de octubre de 2019.  Este es un logro histórico en desarrollo de la Ley 1955 de 2019, Ley del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, que dio un gran pasó al reconfigurar la gestión catastral, pasando de ser una función pública a un servicio público que es prestado por los gestores catastrales.

Así, el AMB con la legitimidad que  le da ser la entidad asociativa  por excelencia que representa la integración de los municipios que la conforman, fue reconocido como la segunda institución a nivel nacional y tercera público descentralizado habilitado en Colombia.

Con este reconocimiento la región metropolitana, logra tener bajo su control la prestación de un servicio que beneficia no solo a los organismos públicos que se sirven de Bucaramanga, como son los municipios, el departamento, las corporaciones autónomas, la nación, que  requieren la información del territorio para desarrollar sus políticas públicas; sino para los ciudadanos que van a tener la opción de contar con un servicio sobre la información de sus propiedades, al alcance de sus necesidades.

La prestación de este servicio en manos del AMB, traerá beneficios directos en los municipios de la jurisdicción, que  podrán contar con información actualizada y más precisa de la organización de su territorio, respecto al uso y la propiedad. Esto, contribuye al diseño de políticas públicas enmarcadas en las realidades del territorio, lo que también significa mayor celeridad en los trámites asociados al catastro y a mantener la información actualizada, lo cual será implementado por el AMB teniendo en cuenta el Plan Indicativo que se aprobo por el IGAC, en el que se definen los procesos de formación, actualización y conservación en un horizonte del corto plazo (2020) y mediano plazo (2021-2023).    

La  asunción de este servicio, viene cargada de mayores amplitudes en su posibilidad de uso de la información, el cual ya no solo comprende como objetivo único el fiscal, sino que se amplía para adquirir su atributo multipropósito según los procedimientos que se adopten, convirtiéndose en una fuente de información confiable para promover y mejorar el ordenamiento territorial y la creación de políticas públicas.

Este reconocimiento, si bien es cierto se logra por la virtudes que representa contar con una institucionalidad del AMB, y por el esfuerzo de unos recursos propios del AMB para iniciar la gestión, no obstante representa ahora un reto en manos directas de los territorios que la conforman, de las entidades publicas que se beneficien de la información y del mejor servicio que se preste a los ciudadanos.

El reto que representa unas economías de escala en la manutención y prestación del servicio por la asociatividad del AMB, pero que significa mayor coherencia y responsabilidad de los municipios que conforman el territorio para mantener recurrentemente este servicio que esta bajo su responsabilidad.