El Área Metropolitana de Bucaramanga espera integrar el sistema de bus urbano y a Metrolínea antes de lo que muchos esperan. La directora de esa entidad, Consuelo Ordóñez, dijo que ya tiene una propuesta operativa y espera iniciar el proceso de integración en febrero de 2015.
El aumento en la tarifa de Metrolínea de $150 y del bus urbano en $50 para el 2015 rompió la tendencia de los últimos años, en los que el Sitm tuvo alzas ligeramente inferiores que el sistema convencional.
Esto no cayó bien entre algunos usuarios del transporte masivo, quienes ven como exagerado el incremento aprobado para el próximo año.
Lo que muchos no saben es que esto se decidió en gran parte porque en los próximos meses se va a iniciar el proceso para integrar en un mismo sistema a Metrolínea y el bus urbano, y lo lógico es que cuando esto se dé, las dos tarifas estén igualadas.
Vanguardia Liberal dialogó con la directora del Área Metropolitana de Bucaramanga, Consuelo Ordóñez de Rincón, quien reveló que antes de terminar 2015 ambos sistemas deberán estar integrados y operando bajo una misma bolsa de ingresos.
De hecho, se aventuró a afirmar que el proceso para iniciar la integración podría arrancar en febrero.
Si esto se cumple, antes de un año un usuario en Bucaramanga podrá hacer trasbordos y usar el bus y el Sitm con una misma tarjeta o pagando un solo pasaje.
¿Cómo va el proceso?
La directora del AMB contó que el proceso para la integración está más adelantado de lo que muchos creen y afirmó que ya tiene en sus manos una propuesta operativa, que será ‘socializada’ con los transportadores “muy pronto”.
Una vez se reciban las sugerencias de este gremio y se realicen los últimos ajustes, se presentará la propuesta al Ministerio de Transporte, que daría el visto bueno a la iniciativa.
Ordóñez de Rincón recordó que este proceso tendrá el acompañamiento de una asesoría externa que será contratada el próximo año.
Esto se hizo para garantizar que la implementación se va a hacer de forma técnica y rigurosa, sin improvisaciones, aseguró Ordóñez de Rincón.
A pesar de estos anuncios, no queda claro aún cómo afectará en un futuro la operación de Metrolínea o del sistema convencional.
En Bogotá, la experiencia de la integración ha sido traumática y ha tenido problemas como la falta de información, la duplicidad de tarjetas y la falta de cobertura en algunos sectores.
En Bucaramanga las autoridades han insistido en que no va a suceder lo mismo, pues la integración va a ser total (en Bogotá hay buses que no están integrados al Sitp). Además, afirman que esta medida tiene muchas bondades, como la eliminación del paralelismo, una mejor organización de las rutas y la optimización de la flota de buses.
¿Es la mejor solución?
Mientras el Área Metropolitana de Bucaramanga y la Alcaldía defienden la integración y afirman que es la mejor solución para sacar el transporte público colectivo de la crisis, un sector del gremio de los transportadores parece tener algunas dudas al respecto.
Así quedó en evidencia hace unos meses, luego de la protesta pacífica que protagonizaron algunos conductores y pequeños propietarios de bus, quienes han criticado fuertemente las reestructuraciones de rutas que ha hecho el AMB.
Ellos han venido pidiendo desde hace tiempo la restitución de algunas rutas o la autorización para que los buses urbanos ingresen a ciertas zonas donde actualmente opera Metrolínea.
Esta posibilidad, sin embargo, no parece entrar en los planes del AMB y la Alcaldía, que insisten en que lo mejor es la integración, “para que todo el mundo tire para el mismo lado”.
Publicada porREDACCIÓN VANGUARDIA LIBERAL
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