Bucaramanga, noviembre 17 de 2015: Bajo el liderazgo del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, se realizó en el día de ayer el primer foro especializado alrededor de la problemática ambiental que se registra en una de las más importantes cuencas hídricas de Santander como lo es el río Lebrija.

El evento tuvo el apoyo de la Universidad de Santander UDES y contó con la participación de representantes de la academia, expertos en el tema ambiental y el manejo especializado en contaminación de fuentes hídricas, así como de la Electrificadora de Santander y de los gremios de pescadores,

Desde hace décadas, la problemática ambiental del río Lebrija viene en aumento sin que hasta el momento se hayan tomado medidas realmente efectivas, sino que por el contrario cada día se registran más situaciones negativas como la mortandad de peces en la cuenca media del río, hecho generalmente ligado con las aperturas periódicas de las esclusas de la represa de Bocas, cuyo manejo corresponde a la Electrificadora de Santander, según lo informaron representantes de los pescadores.

“Como autoridad ambiental urbana el Área Metropolitana está tomando cartas en el asunto y es así como estamos en la tarea de realizar los estudios y mediciones sobre la imperante necesidad de construir las plantas de tratamiento de aguas residuales de Bucaramanga, tarea que corresponde ejecutar a la empresa de alcantarillado – EMPAS- y que no puede seguir prorrogándose. Son cientos de toneladas diarias de aguas servidas que caen directamente al Rio de Oro, que a la final es el río madre del Río Lebrija¨, señaló Consuelo Ordóñez de Rincón.

Javier Carrillo, ingeniero ambiental a cargo del grupo de recursos hídricos de la Subdirección Ambiental del AMB, explicó que en este momento se están haciendo mediciones permanentes en 34 puntos de esta fuente, corroborando que más del 86 por ciento de la carga contaminante que recibe este río corresponde a aguas servidas, cuya responsabilidad casi que total, actualmente recae en la empresa de alcantarillado urbano.

¨En las mediciones realizadas sobre el río de Oro es posible evidenciar que la carga contaminante se incrementa de manera importante, a su paso por el área urbana de Bucaramanga, Floridablanca y Girón. Es evidente que el nivel de carga contaminante que se entrega al río Lebrija es muy alta, que en pocas palabras indica que este río está muy contaminado¨, aseguró el experto.

A su turno el representante del área ambiental de la Electrificadora de Santander, manifestó que el problema de la represa de Bocas es cada día mayor, puesto que el nivel de lodos y de materia orgánica aumenta de manera exponencial y los vasos desarrenadores, y en general el sistema de control y reducción de este material, se vuelve cada día menos eficiente ante la cantidad de carga que se recibe, lo que obliga a que deban ser más frecuentes las aperturas controladas de las esclusas, hecho que afecta la cuenca media del río.

La mortandad de peces está ligada a la reducción de los niveles de oxígeno en la fuente, consecuencia directa de la acumulación de lodos contaminantes.Fuente: Asociación de Pescadores del Lebrija, 2015

La Asociación de Pescaderos presentó un video que muestra el drama que viven quienes se dedican a esta labor, donde la mortandad de peces aumenta y afecta a más de 200 familias que derivan su sustento de esta actividad.

Actualmente junto a las facultades de Ingeniería Ambiental de las universidades UDES, UPB y UTS, se vienen realizando estudios sobre esta cuenca, de cara a plantear posibles soluciones en el corto y el mediano plazo.

El río Lebrija se forma a partir de la confluencia de las fuentes del Río de Oro y el Suratá, el Río Negro y el Río Cáchira, sus principales afluentes.

En el foro fue posible contar con la doctora en ecología acuática Elizabeth Anderson de la Universidad Internacional de la Florida, quien explicó que problemáticas similares se han registrado en diferentes países con soluciones efectivas pero que exigen de una unión de voluntades y de esfuerzos, porque lo que está en juego es la vida misma de un ecosistema regional de mucho impacto no solo en lo económico, sino en lo ambiental y lo humano.