El Grupo de Fauna Silvestre del Área Metropolitana de Bucaramanga desarrollará nuevas jornadas de capacitación y sensibilización durante el mes de abril de 2016, para que la comunidad se informe, conozca y aprenda a confrontar y erradicar a la especie conocida como caracol gigante africano, que sigue representando un riesgo para la salud pública.
El biólogo Gerson Peña, coordinador del Grupo de Fauna Silvestre del AMB, informó que el día 15 de abril, a partir de las 7 de la noche, se trabajará con la comunidad del barrio Villa Jardín en Floridablanca, próxima al Río Frío; sector que por sus condiciones naturales de humedad facilita la multiplicación de este molusco.
“El caracol gigante africano afecta el sistema digestivo, respiratorio y nervioso; es un peligro tanto para humanos como mascotas”, recordó el biólogo Gerson Peña, al explicar que este molusco es una especie exótica invasora que fue introducida a nuestro medio y la cual, al no tener un “controlador biológico”, puede multiplicarse fácilmente aprovechando las condiciones climatológicas del entorno (como la humedad propia de las zonas aledañas a ríos y quebradas).
Además, el caracol gigante africano prácticamente se alimenta de todo lo que se le atraviese, incluso de “heces fecales” indicó el experto del AMB, al confirmar que en ello radica el peligro que representa para el ser humano y las mascotas, que al tener contacto con el molusco tocan su baba y ésta puede ingresar y contaminar el sistema digestivo, generando enfermedades.
Problemas que trae consigo el caracol gigante africano
El biólogo Gerson Peña advirtió que la presencia del caracol gigante africano en nuestro medio, trae consigo los siguientes problemas.
1. Porque se considera que es una verdadera plaga agrícola, que afecta a un centenar de cultivos.
2. Su presencia y rápida reproducción y expansión ocasiona el desplazamiento o significa una amenaza de extinción para múltiples especies nativas de flora y fauna.
3. Y lo más grave, por cuanto es un tema de salud pública que afecta a seres humanos y mascotas, en entornos urbanos y rurales.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que ésta no es una especie tan peligrosa como para causarle la muerte a alguien que entre en contacto con ella o, al menos, no se ha conocido algún caso similar.
Igualmente, no todos los caracoles están contaminados. Lo importante es hacer un buen manejo de las basuras, escombros y recoger los excrementos de los animales, esto con el fin de evitar la propagación de bacterias y del mismo animal. También, evitar tratarlos como mascotas, puesto que su apariencia es atractiva.
El dato: El caracol Gigante Africano (Achatina fulica) es reconocido a nivel mundial como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañina en el mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.