Con alta tecnología AMB analiza comportamiento de vertimientos sobre el río De Oro y la quebrada La Iglesia

Bucaramanga, mayo 29 de 2015:Durante tres días y utilizando los más modernos sistemas de valoración y medición de variables sobre el agua, la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana de Bucaramanga, inició el proceso de modelamiento del comportamiento de los vertimientos, especialmente lixiviados, en las aguas de la Quebrada La Iglesia y el Río de Oro.

 

El proyecto es coordinado por el ingeniero ambiental Javier Carrillo, responsable del grupo de recursos hídricos de la Subdirección Ambiental y se realiza en el marco de un convenio con la Universidad Pontificia Bolivariana seccional Bucaramanga, cuyo objeto principal es realizar análisis de laboratorio utilizando los más modernos equipos que permitirán modelar diferentes contaminantes presentes en las aguas superficiales de los mencionados afluentes.

 

La directora del Área Metropolitana de Bucaramanga, Consuelo Ordóñez de Rincón, manifestó que con este tipo de mediciones se dispondrá de una herramienta técnica que permitirá la toma de decisiones en el ejercicio propio de las funciones como autoridad ambiental,  y en particular en la tarea de adelantar el control y evaluación a las corrientes hídricas y vertimientos municipales e industriales.

 

Labor técnica paciente

El trabajo realizado en estas fuentes se desarrolló en tres etapas. Durante el primer día de las pruebas se practicaron las mediciones horarias del caudal.

 

En el segundo día se estableció la velocidad promedio del caudal, la profundidad y el ancho del Río de Oro y la Quebrada La Iglesia,  en trayectos de cinco y dos kilómetros respectivamente.

 

Finalmente, en el tercer día, se tomaron muestras fisicoquímicas y bacteriológicas en la columna hídrica y en el sedimento de las mencionadas corrientes; así como también en los diferentes vertimientos de aguas residuales municipales e industriales en cada sector.

 

Aspectos de los procesos de valoración en las aguas de la Quebrada La Iglesia. El color rojo del agua es debido a la utilización de trazadores, una sustancia inocua que permite controlar los tiempos de desplazamiento de las corrientes producto del estudio.

 

“Con base en la información recolectada vamos a realizar el modelamiento de la fuente, que será el que nos brinde el resultado final de este trabajo”, manifestó el ingeniero Javier Carrillo.

 

 

La alta contaminación de las aguas de la Quebrada La Iglesia, son determinantes en las actuales condiciones que registra el Río de Oro. Fotografía en el sitio de unión de las dos fuentes.

  

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