Bucaramanga, jueves 5 de junio de 2014:Que mejor homenaje a nuestro entorno natural que protagonizar hechos positivos. Por eso este Día Internacional del Medio Ambiente será recordado como el más efectivo y feliz de los últimos años.

Cerca de 500 personas de todos los credos, estratos, profesiones y edades, se congregaron en el parque metropolitano de La Cantera, el cerro tutelar de los piedecuestanos, para sembrar 1.500 especies vegetales que cumplirán el maravilloso cometido de “capturar” 300 toneladas de gas carbónico, esa sustancia rara, invisible y peligrosa que lentamente está matando nuestro planeta.

Este contingente de hombres, mujeres y niños se dejó guiar por la Directora del Área Metropolitana de Bucaramanga y su equipo de trabajo y como en una clase con sincronización perfecta, atendió una charla técnica de cómo sembrar las plántulas y por espacio de casi tres horas cumplió su noble propósito.

Este día no hubo espacio para hablar del Mundial de Fútbol, ni siquiera de política ni de elecciones, a pesar de que allí habían verdaderos expertos en el tema: concejales y líderes de los cuatro municipios. Casi sin excepción Todas la charlas se concentraron en arbolitos, abono, tierra, riego aire puro y calidad de vida para las actuales y futuras generaciones.

Ni el inclemente sol, ni la sofocante temperatura mermó los ánimos. El alcalde de Piedecuesta Ángel de Jesús Becerra y su Gestora Social, Fanny Sinuco, comandaron su propio pelotón, la Directora del AMB el suyo, los concejales y dirigentes cívicos el de ellos y los estudiantes el más sonoro pero entusiasta de los conjuntos.

Sobre la una de la tarde, los espontáneos y aguerridos ambientalistas se santiguaron ante la imagen de la Virgen de rostro angelical y manos tendidas en señal de generosidad, iniciaron el descenso con su cuerpo cubierto de tierra,  la ropa andrajosa, el rostro bañado de sudor pero con su conciencia tranquila y dichosa.

De esta manera terminó un viaje que inició a las 7:30 Am en un padrón del Sistema de Transporte Masivo Metrolínea, para no utilizar vehículos que produjeran gases de efecto invernadero, continuó con una caminata con ribetes de procesión religiosa y contó con al grata experiencia de sembrar vida.